México es generador de uno de los patrimonios documentales más ricos del continente, integrado por códices prehispánicos y coloniales, infinidad de impresos virreinales, valiosas ediciones de los siglos XIX y XX, importantes archivos de empresas, y diversos documentos fílmicos, sonoros y fotográficos, que guardan gran parte de la memoria histórica de nuestra sociedad.  

 

La Colección Fotográfica del Ecomuseo de Metepec forma parte de este gran patrimonio, ya que cuenta con un importante número de imágenes de la vida industrial y sindical del siglo XX en el Estado de Puebla. Esta colección la consideramos en el contexto del patrimonio industrial por su contenido y por su relación con los demás fondos del Archivo Histórico del Ecomuseo de Metepec, como son: Compañía Industrial de Atlixco S. A. (CIASA), Luis N. Morones, Sindicatos de Puebla, Matienzo y Sindicato de Obreros Revolucionarios de la Fábrica de Metepec.  

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Los temas de las fotografías que se encuentran en esta colección son muy diversos, sin embargo, se relacionan entre sí. Se hallan imágenes de la fábrica y caserío de Metepec, de la CIASA; de edificios civiles, religiosos e industriales ubicados en el estado de Puebla y de asuntos sindicales y políticos. Por ejemplo, sobre la fábrica de Metepec tenemos fotografías desde su construcción en 1899, hasta el cese de sus actividades en 1967; de los obreros y obreras en las labores fabriles y en los ratos de ocio, de los edificios que conforman el caserío obrero, e inclusive del proceso de restauración de la ex fábrica. También se halla toda una serie de imágenes en formato digital que dan cuenta de todo el proceso productivo de la fábrica de Metepec, cuyas fotografías pertenecen al Fondo Aprovechamientos Superficiales del Archivo Histórico del Agua.

 

La fábrica de Metepec se instaló en las afueras de Atlixco (a 40 kilómetros de la ciudad de Puebla) y comenzó a funcionar en 1902. Ésta produjo una gran cantidad de telas, gracias a la pureza de las aguas de los manantiales de San Baltasar y del río Cantarranas, de cuyos productos se obtuvo un acabado de excelente calidad. Metepec fue la fábrica más grande de la región y la segunda en el país después de Río Blanco.    

       

En el acervo, podemos encontrar diversas fotografías sobre la vida sindical en Metepec ya que fue parte importante de su historia. El sindicato monopolizó todas las actividades y servicios de los obreros. Sin embargo, su hegemonía decayó con el curso del tiempo, tanto, que para abril de 1964 la Coalición Nacional de Obreros Textiles emplazó a huelga y la CIASA y el sindicato acordaron que la fábrica de Metepec cedería las instalaciones como indemnización a los obreros. Entonces, el sindicato formó una cooperativa, pero terminó en un rotundo fracaso, y la factoría cerró definitivamente.    

 

Para la década de 1980 el IMSS restauró y adecuó la ex fábrica para crear un Centro de Rehabilitación que funcionó poco tiempo. Luego se convirtió en el Centro Vacacional IMSS Metepec y dentro de sus instalaciones se ubican el Museo Fábrica de Metepec, y el Centro de Documentación, en donde se resguarda el Archivo Histórico.  

 

En la colección fotográfica también existen imágenes de Atlixco, con panorámicas del valle y de los edificios civiles y religiosos. Asimismo encontramos fotografías de algunas fábricas y haciendas localizadas en el valle de Atlixco, ubicado al suroeste de la ciudad de Puebla, en las faldas del volcán Popocatépetl. Esta región se denominaba Acapetlayuca, que significa “lugar donde tienen estera de caña”, mientras que Atlixco significa “ojo o nacimiento de agua”. Durante el siglo XVI, la Villa de Carrión, hoy municipio de Atlixco, se convirtió en el centro productor de cereales más importante de la Nueva España y abasteció a casi todo el reino hasta el siglo XIX. Hoy en día, después del auge fabril, se considera uno de los más importantes productores de flores del país. 

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Sobre las fotografías de fábricas en el estado de Puebla que se hallan en la colección, se tienen imágenes de algunos complejos industriales de la ciudad de Puebla, como de La María, Atoyac o La Covadonga y otras más de la fábrica textil La Constancia Mexicana. Esta factoría se inauguró en 1935 por Esteban de Antuñano y fue la primera fábrica textil en América Latina. Se encuentra ubicada a nueve kilómetros del centro de la ciudad de Puebla y se estableció dentro de la hacienda de Santo Domingo.  

 

Desde su instalación, la fábrica estuvo conformada por varios departamentos. Posteriormente, entre 1905 y 1907 se construyeron bodegas para almacenar materias primas y productos acabados de la fábrica. Existen imágenes de sus fachadas y de las instalaciones, con amplios corredores y un gran jardín en el patio interior; en él se acondicionaron habitaciones para los administradores y sus familias. Afuera, en el patio grande, se edificaron las casas para los trabajadores y su capilla religiosa. En 1972 La Constancia Mexicana fue entregada a los trabajadores y en 1991 cerró definitivamente.  

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Otro tema incluido en esta colección además de los sitios y monumentos históricos industriales, son las fotografías sindicales; de marchas, mítines, asambleas y eventos sociales en los que se encuentran personajes como Antonio J. Hernández, líder de la CROM en Atlixco, o Filomeno Escamilla y Agustín Pérez Caballero de la FROC. Entre otras imágenes encontramos a los ex presidentes de México entre los que destaca Lázaro Cárdenas, en el conflicto intergremial entre CTM y CROM en 1936; también hallamos a Miguel Alemán, Luis Echeverría, Gustavo Díaz Ordaz, Adolfo López Mateos o Adolfo Ruiz Cortines en campaña, apoyados por la CROM.              

 

La mayor parte de estas fotografías se ubican en un contexto histórico violento y de luchas por el poder y el control de la clase trabajadora en México, desde 1906, cuando estallan las primeras grandes huelgas de obreros de las fábricas de Puebla y Veracruz, hasta la hegemonía de la CTM en todo el país.  

 

Cada fotografía de esta colección, por sí sola, guarda un “secreto” que no nos permite conocer nuestra historia sino mínimamente. Sin embargo, toda la colección de fotografías posibilita la reconstrucción de procesos históricos por construir. Las imágenes que conforman la Colección Fotográfica del Ecomuseo de Metepec son sin duda un elemento imprescindible para recuperar la memoria de todo un grupo social. Es importante, por ello, la transmisión de la memoria colectiva de una generación a otra, la continuidad de esas huellas materiales del pasado, de esos “monumentos” de nuestra época, que son su mejor garantía de perdurabilidad.    

 

No podemos negar que las imágenes tienen un verdadero valor cultural y, al mismo tiempo, constituyen una parte fundamental para la construcción de la historia del siglo XX. Dice Jean-Claude Schmith que “a través de las imágenes [fotográficas] podemos ver el pasado más claramente, más precisamente y de una manera plenamente colorida y, en una palabra, más históricamente”1.